Condición
proletaria, condición obrera, condición salarial. Tres formas dominantes de
cristalización de las relaciones de trabajo en la sociedad industrial, también
tres modalidades de las relaciones del mundo del trabajo con la sociedad
global. Si bien, hablando esquemáticamente, ellas se sucedieron en el tiempo,
su encadenamiento no fue lineal. Con relación a la cuestión aquí planteada -el
estatuto del salariado en tanto que soporte de la identidad social e
integración comunitaria-, esas condiciones presentan más bien tres figuras
recíprocamente irreductibles.
La
condición proletaria era una situación de cuasi exclusión del cuerpo social.
El proletario era un eslabón esencial en el proceso naciente de
industrialización, pero estaba destinado a trabajar para reproducirse y, según
las palabras ya citadas de Auguste Comte, "acampaba en la sociedad sin ubicarse
en ella". A ningún "burgués" del principio de la industrialización
se le habría ocurrido comparar su propia situación con la de los obreros de las
primeras concentraciones industriales, en cuanto a modo de vida, vivienda,
educación, ocios... Tampoco lo habría hecho ningún proletario. Más que de
jerarquía, se trataba entonces de un mundo escindido por la doble oposición
entre capital y trabajo, y entre seguridad-propiedad y vulnerabilidad de
masas. Escindido, pero también amenazado. La "cuestión social"
consistía entonces precisamente en la toma de conciencia de que esa fractura
central puesta en escena a través de las descripciones del pauperismo podía
llevar a la disociación del conjunto de la sociedad.
Pdf con la definición mas extensa sobre el fin de la sociedad salarial.
https://drive.google.com/file/d/0B8GdPZ7d9_E6bVFSYUthSW1VVE0/edit?usp=sharing
Pdf con la definición mas extensa sobre el fin de la sociedad salarial.
https://drive.google.com/file/d/0B8GdPZ7d9_E6bVFSYUthSW1VVE0/edit?usp=sharing
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